domingo, 23 de septiembre de 2012

A horas del ¡Vamos por Todo!

Hace pocos días Gabriel Mariotto, el abanderado de la lucha contra Clarín, expresó después del 23/10 ¡Vamos por todo!, a horas de esa fecha es bueno reflexionar acerca de esa peligrosísima expresión.

 

por JORGE HÉCTOR SANTOS 22/10/2011


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Youtube: youtube.com/user/jorgehectorsantos

Web: santosjorgeh.blogspot.com.ar

 
 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La Argentina es un país inentendible para quienes observan cómo un gobierno con fuerte tilde autoritario y con posibilidades de perpetuarse en el tiempo, va a ser reelecto por una inmensa mayoría.

Sin embargo y para complicar aún más un escenario desconcertante, la fuga de capitales es incesante, aún con una elección con resultado más que previsible.

También los votantes que apostarán por Cristina, en buena parte, saben que el futuro mediato en materia económica es incierto.

Dentro de un contexto psicótico no es raro tener una oposición dividida y mezquina que aumente un desconcierto generalizado a pesar de la certeza del resultado del domingo próximo.

El país de Belgrano, San Martín, Sarmiento, Roca, etc. pasó a ser el de Cristina y Néstor Kirchner, casi en reemplazo de Evita y Perón.

Cristina en el gobierno, con todo el poder y Néstor en monumentos, mausoleo y nombres de avenidas, calles y plazas es la escenografía que domina el país.

Uno de los derechos asegurados por la Constitución y que hacen a la esencia de los derechos humanos es la libertad de expresión. Esta entrará, después de las elecciones, en una etapa de grandes interrogantes.

El ir por todo de Gabriel Mariotto es ir en contra de todos aquellos medios independientes que critiquen al gobierno.

Esta situación la Argentina la vivió en la presidencia de Perón y el general muerto se convirtió en un dictador elegido por el voto popular. Lo mismo que sucede en la Venezuela de Hugo Chávez.

Con 10 años de vientos de cola que se están frenando, ausencia de gestión con mentiras repetidas hasta el hartazgo por una maquinaria informativa al servicio del poder, enfrentamientos entre argentinos entre K y anti K promovidos desde el gobierno; llegar a este nivel de riesgo futuro es llevar a 40 millones de argentinos a una fragmentación aún mayor que la actual con resultados imprevisibles. 

Tendrá la presidente la cuota de lucidez necesaria para descomprimir semejante cuota de fanatismo por someter al que piensa distinto. 

De ella depende la suerte de una sociedad que la votará con una miopía propia de un electorado cortoplacista. 

El mundo nos mira absorto.


Es de esperar que el buque de carga que se aproxima con más cantidad de contenedores repletos de venganza, fanatismo y revanchismo no llegue a destino.

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