domingo, 30 de septiembre de 2012

Kirchner vs. Clarín, ¿De qué lado me pongo?


Trabajé durante 14 años de mi vida para Clarín. Clarín es un multimedio enorme que Kirchner, ahora, cuando menos poder tiene quiere destruir de apuro antes que el Congreso no le responda. Frente a esta circunstancia y habiendo compartido muchos años de mi vida con Héctor Magnetto y su poderosa empresa me nace una pregunta que quiero tratar de contestar en esta nota ¿De qué lado me pongo? ¿Respaldo a Kirchner ó a Clarín?

 
 
 
POR JORGE HÉCTOR SANTOS | 28/08/2009
 
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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Desde 1986 hasta 2000 fui empleado jerárquico del principal multimedio del país. Me desempeñé todo ese tiempo como gerente general de las radios del Grupo que, hoy, Kirchner quiere destruir.
Clarín me sirvió pero, yo le serví más a Clarín. Mi talento, el que tengo, lo puse a disposición del Grupo sin reconocimiento alguno por parte del mismo. La empresa es muy mezquina. Los éxitos son todos de los dueños, los fracasos de los funcionarios.
Me eduqué con valores arcaicos, entre ellos la decencia. Siempre defendí el bolsillo de la gran empresa sin poner ni un centavo del abundante dinero que en él habita, en el mío, en el propio. La decencia es una obligación no debe ser premiada. Sin embargo, muchos indecentes trabajan en Clarín, yo no.
Le brindé a las radios de Clarín (Mitre, La 100, Top 40-ya desaparecida) los años de mayor prosperidad económico-financiera y lugares de privilegio en la audiencia a todas ellas. El premio final fue la desvinculación al igual que hicieron con la mayoría de quienes habían dejado el alma para que el grupo creciera. La paga final fue la misma. El Grupo es así.
Me tocó lidiar con situaciones muy difíciles en circunstancias extremas para el país. Hiperinflación, levantamientos militares, etc. Estaba al frente de medios de comunicación de gran penetración, los desafíos fueron enormes.
Conocí a Magnetto, Aranda y Pagliaro muy de cerca. Los veía o hablaba, con muchos de ellos, a diario. Son duros, difíciles, exigentes. Saben que manejan un emporio poderoso y ellos son y se saben poderosos.
Magnetto es un hombre de una gran inteligencia. Trabajador incansable. Aranda es el más cordial de los popes pero, también, dueño de una velocidad de reflejos como pocos. Pagliaro es el más complicado de todos; es impredecible.
Entre los 3 existen códigos que respetan aunque unos no los entienda. A los 3, internamente, los llaman La Santísima Trinidad.
Magnetto -contando con un aliado valiosísimo como Aranda- hizo crecer a Clarín de una forma descomunal a costa de la habilidad propia y del manejo con los diferentes gobiernos de turno. ¿Qué tiene esto de malo si todos los empresarios multimillonarios han hecho lo mismo en este país?
Los gobiernos buscan como aliado a Clarín, como en otros países como el nuestro buscan de aliado a los medios más poderosos.
Los empresarios de medios que no pueden hacer lo que hizo Magnetto, lo envidian o quieren ser como Magneto. Daniel Hadad trata de emular a Magnetto. Otros, menos ostensiblemente, también, lo hacen. Magnetto es Magnetto. Sus pros  y sus contras son únicos.
Clarín incide en la vida de los argentinos y ayuda a levantar gobiernos o a bajarlos pero, esto no es exclusivo de Clarín, esto sucede con todos los medios poderosos en todo el mundo. El gobierno en cuestión lo debe ayudar tanto para una cosa como para la otra.
La tapa de Clarín o la simultaneidad de opiniones de parte o de todos sus medios inciden y muy fuertemente en la opinión pública.
La publicidad estatal manejada con libre albedrío como la usan los Kirchner tiene un poder no menor, sobre todo si se usa para mentir, como mienten los Kirchner.
Kirchner quiere reducir el poder de Clarín ahora que él está fusilado por su inoperancia, desprestigio,  pérdida de credibilidad y poder.
Clarín tuvo un romance largo con los Kirchner como los Kirchner lo tuvieron con Clarín. Hoy, los Kirchner y Clarín están enfrentados. Esta historia no es propia de estos dos actores. Casi todos los presidentes y gobiernos vivieron las dos etapas.
¿La Casa Rosada está en Plaza de Mayo o en la calle Tacuarí? Se preguntaron muchos y durante muchos años.
Una persona famosa y amiga del desaparecido Bernardo Neustadt me dijo una vez, “Bernardo no cambia de opinión las que cambian de opinión son las empresas que lo apoyan con su publicidad”.
¿De qué lado me pongo? A favor de Kirchner o de Clarín.
¿Quién es más peligroso para los argentinos, entre los que me incluyo? Hoy, por hoy, Néstor Kirchner.
Con Clarín se puede vivir en democracia, con Kirchner, no.
Clarín posiblemente merezca ser reconsiderado en su dimensión pero, no lo puede reconsiderar un gobierno corrupto como este y, un parlamento títere como el actual.
La ley de Medios audiovisuales es una ley contra Clarín el resto es pura cháchara para que los amigos del poder accedan a los medios y se sumen a las mentiras de los Kirchner. 
Los Kirchner quieren hacer de la Argentina, Santa Cruz; o peor aún, tal vez la Venezuela de Chávez.
Por eso, un ex Clarín como yo –no una viuda de Clarín, como alguna vez osó denominarme erróneamente Jorge Rial- no tiene dudas al respecto.
Hoy, la inmoralidad del gobierno en todos los ámbitos no solo ha destruido los valores sociales sino que antes de su final quiere destruir a los medios fuertes para perpetuarse en el poder, cosa que Kirchner le atrae como a Magnetto pero, existe una gran diferencia, un cargo es elegido por millones de argentinos y tiene en contra al menos el 70% de ellos, el otro no es por sufragio. Además, Magnetto es predecible; Néstor Kirchner NO. 
Sé que más allá de estas consideraciones muy personales hay muchos intereses económicos en juego pero, eso no es materia de esta nota.
En esta nota quise poner sobre la mesa lo que más me importa  como ser humano: el futuro de los chicos que hoy no pueden ir a la escuela, tienen hambre y, con este gobierno no tienen en el futuro ni siquiera la posibilidad de soñar que se los saque de esta realidad cruel.
El dinero del Estado es para Kirchner más necesario para destruir a Clarín que para evitar que el 40% de la población pase las más elementales privaciones.

 

El objetivo de Néstor Kirchner es restringir la libertad de expresión


Los ataques a la prensa y a los periodistas se vienen registrando desde el gobierno hace mucho tiempo atrás. Sirve para enfrentarse con el Grupo Clarín pero también y principalmente sirve a Néstor Kirchner para limitar la libertad de expresión y ocultar la realidad de la gestión de un gobierno que busca perpetuarse en el poder repitiendo procedimientos ya empleados en Santa Cruz. Hebe de Bonafini, como la Cámpora, D’Elía, los camioneros de Moyano, etc. no son más que instrumentos para provocar y conseguir los objetivos buscados por un matrimonio sediento de poder y fortuna.




POR JORGE HÉCTOR SANTOS | 28/04/2010 
 
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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La filosofía describe con claridad que la causalidad son hechos que  en virtud de los cuales se producen efectos. En la forma de ser de Néstor Kirchner, su alter ego Cristina y su lista de lacayos de baja estirpe que repiten hasta el cansancio el libreto que les marca Néstor, se encuentra la razón de ser de todos los ataques que vienen sufriendo los medios y periodistas que son críticos al gobierno, como debieran ser todos.

El origen de los operativos contra los transmisores de la realidad que irrita al gobierno no es otro que la molestia que la verdad le causa a un hombre, Néstor Kirchner, que todo lo que pueda ser perjudicial para sus aspiraciones de perpetuarse en el poder debe ser destruido de cualquier forma.

Él, ella, Néstor, Cristina están detrás de todo los que sus comprados operadores van a hacer. Ninguno de los 2 ni siquiera se preocupa en demostrar lo contrario. La vergüenza de lo inapropiado no existe para ellos. Todo cabe en el escenario perverso de la mente del mandamás. Su esposa no es distinta. Si no fueran iguales no estarían juntos.

Nada puede sorprender en los despropósitos de Kirchner. Todo es factible para él. Nada bueno. Todo ser redituable para él y sus objetivos: todo el poder y la mayor fortuna personal posible.

Por eso avalando lo que se sostiene la Academia Nacional de Periodismo expresó que “el afiche contra los periodistas aunque pretendidamente anónimo, coincide y se engarza con una peligrosa prédica descalificadora de la labor del periodismo instalada y amparada desde lo más empinado del poder".

El mentado afiche al que se hace mención es aquel que tomó estado público y en el que aparecen fotos de 12 periodistas que trabajan para el Grupo Clarín, con la leyenda: "¿Se puede ser Periodistas Independientes y servir a la dueña de un multimedio que está acusada de apropiación de Hijos de Desaparecidos?", en referencia a la acusación que algunos grupos de derechos humanos hacen a Ernestina Herrera de Noble.

A este afiche le siguió otro generado por la detestable madre del odio, Hebe de Bonafini, en su condición de conductora de la organización Madres de Plaza de Mayo, en el cual se promueve un "juicio ético y político a los periodistas cómplices de la dictadura", que se llevará a cabo el jueves 29 de abril en la Plaza de Mayo. Lo juzgados serán  Magdalena Ruiz Guiñazú, Joaquín Morales Solá, Chiche Gelblung, Bernardo Neustadt, Mariano Grondona, Mauro Viale y Julio Lagos, entre otros.

Hebe de Bonafini, no es casualidad, es causalidad. Es el brazo ejecutor o fuerza de choque de los Kirchner que pretenden limitar la realidad coartando la libertad de expresión.

Nada es obra de la casualidad. El martes 27/04, escasas 48 horas antes del juicio público a periodistas la presidente virtual, Cristina Fernández no ahorró ataque alguno con los hombres de prensa al señalar que "algunos periodistas deberían inocularse la (vacuna) antirrábica", por lo que su marido y ella consideran ataques contra el Gobierno.

El mismo día 27/04, el presidente real Néstor Kirchner en su reaparición pública, como titular del PJ nacional, puso en su boca nuevos y reiterados ataques a los medios masivos de comunicación, tales como:

>"Se da la característica que la primera fuerza de oposición es la concentración mediática cuya columna vertebral es el diario Clarín y cuyo mentor ideológico es el señor Magneto".

>"Es preciso terminar con la aberración de parar una ley (de Medios) sancionada ampliamente por el Congreso. Esa norma provocará la desconcentración mediática, igualará el acceso a la información para todos los argentinos".

>"Algunos han querido parcializar la Ley de Medios diciendo que es una ley K. Las leyes son de todos los argentinos y la ley de medios expresa la diversidad de la Argentina".

>"Tres jueces emparentados con la dictadura la quieren dejar sin vigencia (a la Ley de Medios)".

>"Sufrimos trabas a partir de los sectores manejados por la concentración mediática”.

>"Ese sometimiento mediático procura trabar de cualquier forma el proceso que lleva adelante el Gobierno. Porque el país estaba acostumbrado a que la concentración mediática gobernaba. Ahora es al revés. Los argentinos gobiernan y, de esta forma, continuará el proceso hasta el 2011 y después que triunfemos nuevamente"

>"En la Argentina hay una máquina de impedir que quiere truncar el proceso de transformación y cambio que llevamos adelante desde el gobierno nacional".

>"El querer pagar la deuda con reservas fue trabado permanentemente por sectores instrumentados por esta concentración mediática, más preocupados (por trabar) que por buscar alternativas".

Conclusión: Los argentinos de Gualeguaychú en forma masiva salieron a protestar a lo largo del puente internacional cortado por ellos mismos contra Uruguay y el fallo del Tribunal de la Haya.

Insólitamente, mientras tanto, el Riachuelo a pocos kms. de la Casa de Gobierno contamina no solo a los argentinos sino al río de La Plata que compartimos con los hermanos uruguayos.

La incongruencia, indiferencia, siesta permanente o estado vegetativo de la mayoría de los argentinos es tal que es muy aplicable una frase de Carl Sagan (*) para poner en perspectiva el infierno que cierne sobre la libertad de expresión que está acorralada y que los Kirchner buscan restringir de todas formas:

“El derecho de libre expresión cuando nadie contradice al gobierno, la libertad de prensa cuando nadie está dispuesto a formular las preguntas importantes, el derecho de reunión cuando no hay protesta, el sufragio universal cuando vota menos de la mitad del electorado, la separación de la Iglesia y el Estado cuando no se repara regularmente el muro que los separa. Por falta de uso, pueden llegar a convertirse en poco más que objetos votivos, pura palabrería patriótica. Los derechos y las libertades o se usan o se pierden”.

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(*)Carl Sagan (09/11/1934 – 20/12/1996), físico, astrónomo y escritor estadounidense.

 

El legado oculto que dejará la extraña pareja


Algún día, la Argentina se reencontrará con la realidad, tan trastocada durante muchos años de una extraña pareja en el poder central. El legado será cuantioso pero existe uno oculto a las prioridades de hoy que asoma como muy difícil tarea.
 
 



por JORGE HÉCTOR SANTOS 28/01/2012

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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Mantener en equilibrio la salud mental no es tarea fácil para un argentino.  

Desde el propio gobierno, vale decir de arriba hacia abajo, como funciona la corrupción en el cuerpo social del país, se cultivan las más diversas formas de distorsionar la realidad. 

Al ajuste que se precipita como tormenta de granizo se lo llama sintonía fina, la cual trata de ser explicada como un freno la avivada y esta como gesta cuasi heroica para defender al pueblo, el cual en definitiva soportará las penas, como siempre, de los desaciertos y ausencia de escrúpulos de los administradores que fueron votaron. 

La inflación es acomodamiento de precios. La suba sin piedad de precios no tiene registros oficiales confiables porque los mismos que deben gestionar las cuentas de todos, las manipulan para mentirles a todos. 

La inseguridad es ignorada como flagelo en constante crecimiento pese a que se creó un ministerio que la atienda pero que solo depura fuerzas que están vedadas de reprimirlas mientras se oficializan los derechos humanos de los delincuentes. 

Las cifras del desempleo se venden como uno de los logros gubernamentales pese a que las mismas está viciadas en su confección al considerar como ocupados, por un lado, a los que reciben planes sociales sin contraprestación alguna -lo cual se ha convertido en una incentivación a la vagancia eterna-; y, por el otro, a no menor número de empleados públicos que quedarán en la calle como parte del achicamiento de los gastos que conforman un insostenible déficit fiscal.

Se habla de la fuerza del amor, mientras se pregona el odio. 

Se luce luto permanente como cábala ganadora de elecciones. 

Rastros de operación quirúrgica son expuestos y utilizados como un recurso más para continuar denostando al principal multimedios al cual se pretende desguazar mientras se hace crecer un enorme grupo de medios estatales con la clara pretensión de institucionalizar el unirelato. 

Los que opinan distinto al coro de lacayos que adulan a una presidente que se considera reina, son enemigos a vencer que atentan contra un modelo que nadie sabe qué es, aunque muchos lo defienden como si fuese un emblema supremo que diferencia el bien del mal. 

Un ex presidente fallecido, esposo en vida de la actual primera mandataria, pasó a ser tras su muerte tan sólo Él, a quien se recurre para llorarlo como para ensalzarlo frente a las cámaras de TV, testigos infaltables toda vez que habla Ella. 

Ante la catarata de incrementos de precios que se avecinan se apela a temas que distraen la atención periodística y por ende la popular como la reelección, Malvinas, las colas de una tarjeta salvadora para que supuestamente el ciudadano común no sea alcanzado por el aumento de transporte que será engañosamente para casi todos; mientras se hace oídos sordos a puebladas como las de Famatina o se ignoran problemas acuciantes como la sequía. 

Con la excusa de ‘democratizar la comunicación’ se cercena el derecho a la crítica. 

Quien osa criticar al ‘modelo’ es decir al gobierno se convierte automáticamente en un enemigo del pueblo, al cual se lo ilusiona con una lucha por la emancipación de los más que tienen; mientras sus supuestos salvadores acumulan riqueza y adquieren inmuebles en barrios exclusivos. 

La lista de tergiversaciones de la realidad superan cualquier enunciación posible; compendiar la misma tras 10 años en el poder -de una pareja que en conjunto o en soledad de alguno de sus integrantes se nutre de ello para ejercer la función de gobernar- sería una misión imposible o un inhumano atropello a la razón. 

Cualquier político que pretenda hacerse cargo, tras el período de una extraña pareja en la Rosada, no deberá olvidarse que el mayor problema que encontrará entre tantos que recibirá de legado, será restablecer la salud mental de una sociedad que ha perdido el orden, como requisito básico de convivencia, y la discriminación para valorar los hechos, los sujetos, los objetos, las circunstancias. 

La herencia oculta a resolver no es menor y tampoco es para cualquiera.

 

viernes, 28 de septiembre de 2012

“Estamos en Harvard no en la Universidad de la Matanza”


En 24 horas Cristina Kirchner, la presidente, desnudó a Cristina persona, como nunca antes. Es que ese antes no existe porque la mandataria tuvo en USA que someterse a reglas de las casas de estudios que visitó y debió responder a preguntas, cosa que nunca hace en su país. El 27S se convirtió en otro aciago para el relato.
 
 

 
Cristina Krichner se molestó, se enojó, se irritó. Mintió sin vergüenza alguna para tratar de hacer equilibrio sobre una ficción que hacía agua.
 

por JORGE HÉCTOR SANTOS 28/09/2012

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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). El 27S se convirtió en una versión libre del 13S para Cristina Fernández de Kirchner.

Si bien una y otra fecha en lo formal está en las antípodas de las comparaciones posibles, se las puede unir porque fueron dos fechas en que la presidente se debió topar con la realidad, ese que tanto difiere con su relato y que le impone a sus obsecuentes. 

¿Qué es el relato? Es una forma caritativa, piadosa encontrada apelando al recurso lingüístico para evitar decir que la primera mandataria y su elenco de voceros, mienten. 

Al mentir elaboran una Argentina falsa que se enfrenta con la verdadera. 

Hasta las elecciones de octubre de 2011 se fueron metiendo debajo de la alfombra una cantidad de irrealidades económicas que algún día iban a saltar. Hasta entonces muchos estaban como anestesiados para poder discriminar entre un escenario (la verdad) y el otro (el dibujo).

 

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Desde diciembre 2011 hasta el presente la “sintonía fina”; el “Vamos por todo”, la corrupción, las muertes por la corrupción; las muertes por la inseguridad, el “Boudougate”, el enriquecimiento patrimonial de los funcionarios; los enfrentamientos con Mauricio Macri, Daniel Scioli, Juan Manuel De la Sota; la multiplicación de las cadenas de radio-televisión; el tema de la reforma constitucional y tantos otros tormentos se fueron precipitando como las fuertes lluvias que dominaron el pasado mes de agosto. 

El clima social envejeció la foto del 54% con que Cristina ganó la reelección. 

La calle se enojó con la presidente y esta con su habitual soberbia alimentó el enojo. 

Si Argentina estuviese tan bien como la Presidente la describe -y nadie que pueda discriminar cree que el mundo se nos cayó encima- ¿por qué entonces el cepo al dólar, a las libertades esenciales, a las amenazas permanentes a la libertad de expresión? 

Si la inflación es la que indica el Indec, ¿por qué entonces aumentos salariales del 25% y más? 

Si la Presidente gobierna para 40 millones de argentinos ¿por qué semejante ataque a la clase media argentina y tantas perversas expresiones verbales para enfrentar a las clases sociales? 

En medio de tantos desaciertos que enojan y mucho al colectivo mayoritario de la población no hay que obviar el tema de la Cristina eterna, del voto adolescente, del voto de los extranjeros, de los presos saliendo de las cárceles, de La Cámpora lavando cerebros infantiles en escuelas del país. 

La presidenta fue elegida para gobernar en democracia pero su autoritarismo no sabe de límites cuando va contra otros poderes del Estado; cuando se presiona y condiciona a la justicia; cuando desprecia el dolor de madres que han perdido sus hijos en la tragedia anunciada de Once; cuando acrecienta con recursos de todos un ya enorme monopolio informativo a su servicio; y cuando las estadísticas oficiales mienten hasta el extremo de disfrazar el abultado porcentaje argentinos que viven sumergidos en la pobreza y en la indigencia. 

La viuda de Kirchner fue desnudando frente a mucha gente, que sintió cómo se erosiona su ingreso a diario, cómo es Cristina, la verdadera Cristina. 

Esa Cristina que habla en forma permanente de cifras que no son comparables porque no se ajustan al proceso inflacionario; que dice que hay que tenerle miedo; que recita que busca la justa distribución del ingreso pero que hace todo lo contrario.

La Presidente vive o prefiere vivir en su mundo irreal, la gente sufre la verdad. 

El país está enfrentado desde arriba hacia abajo. Así funciona el mecanismo; al igual que funciona la corrupción, sino hay en exceso de producción arriba esta no se distribuye a otras capas sociales. 

El Estado, cada vez más grande, no cobija a sus dueños -los habitantes del país- que pagan a diario impuestos, ya que el gobierno central que administra ese Estado se muestra distante, ajeno a las necesidades, a las preocupaciones fundamentales de la ciudadanía. 

En su gran mayoría la gente se anotició, además, que la famosa Ley de Medios que prometía democratizar la palabra, no es ni más ni menos que otra gran mentira K. Más que Ley de Medios, está debería llamarse la Ley de la Censura al ejercicio del periodismo tradicional, no el comprado. 

El pensamiento único, al mejor estilo chavista, comenzó a calar profundo como peligroso enemigo de las grandes mayorías. 

Los reclamos del 13S volverán a multiplicarse el 8N y el gobierno busca mil formas de generar miedo en quienes participarán de esos ríos de gente que no busca destituir a Cristina Fernández. Solo pretende que se respeten los valores éticos y morales que provienen de su educación, de la Constitución Nacional y de las leyes de la República. 

A tan solo días del 13S, el 27S, Cristina tropezó -por segunda vez- en 24 horas con estudiantes de dos de las universidades más importantes de USA. 

En ambas tuvo oportunidad de lucirse, en lo formal, como oradora pero recurriendo a un fondo que resultó una mezcla de temas diversos y desordenados. Lo único que los hilvanaban era el autoelogio. El resumen de esto fue “soy una exitosa abogada y una exitosa Presidente”. 

Las reglas de ambos centros de estudios indican que el orador que acude debe someterse al interrogatorio libre del alumnado. Eso que nunca hace la máxima servidora pública del país con la prensa. 

Fueron dos jornadas en que Cristina debió toparse con la realidad. Las jornadas que desnudaron a Cristina persona. 

Todo monólogo o relato montado en base de mentiras no puede desconocer que en algún momento la verdad puede aparecer en cualquier cruce de esquinas. 

En la confluencia de Georgetown y Harvard, Cristina colisionó ante un puñado de preguntas normales para un país libre, como USA, proveniente de estudiantes mayoritariamente latinoamericanos. 

Cristina Krichner se molestó, se enojó, se irritó. Mintió sin vergüenza alguna para tratar de hacer equilibrio sobre una ficción que hacía agua. 

Llegó a negar que haya cepo cambiario, eludió decir que es la promotora de la reforma constitucional para buscar un nuevo mandato, negó que haya inflación del 25%, ninguneó a los alumnos, sugirió que les habían escrito las preguntas periodistas argentinos, llegó a mofarse del joven que leyó una pregunta sobre la libertad de expresión en Argentina, acotando “seguramente no tenés buena memoria para recordar lo que me querés decir”. 

La disertante expresó “quiero ser una Presidenta seria y responsable…”, olvidando que la primera premisa para lograrlo es justamente ser confiable, creíble.  

Lució desencajada cuando le preguntaron sobre el enorme incremento patrimonial durante sus años en el gobierno de la Nación. 

Otro alumno argentino le señaló a Cristina "Me siento privilegiado de ser uno de los pocos argentinos que pueden hacerle preguntas". 

A lo que ella le respondió, demostrando producto de su incomodidad a flor de piel: 

"Esa frasecita “me siento privilegiado”, por favor. ¿Será porque están en Harvard y no se enteran? Yo hablo con millones de argentinos, con periodistas. ¿A vos te parece que si no hablara me hubiera votado el 54%? Me llama la atención que todo gire en torno a si hablo con tal o cual. Me parece poco académico. Esperaba otro análisis de ustedes. Deben estar usando bastante sus dólares, me dijeron que Harvard es bastante cara". 

Uno de los momentos más vergonzosos que pasamos los argentinos a quienes la presidente nos representa fue cuando la jefa de Estado fue silbada por parte del alumnado asistente, el motivo no era menor: 

La presidente: "Chicos estamos en Harvard. esas cosas son para la Universidad de La Matanza" 

La primera mandataria, acaba de recibir de un estudiante argentino de la provincia de San Juan una pregunta sobre "si no le parecía momento de hacer una autocrítica, tras los índices poco transparentes de delincuencia e inflación". 

Quizás la viuda de Kirchner debería recordar que estaba en Harvard y que no era momento para inculpar a Clarín de que ella hay tenido una paso negro producto de su propia responsabilidad. 

Sería oportuno que la Presidente reconociera que no en todo el mundo y tampoco en algunos de medios de su país se consigue uniformar el discurso único de la Argentina irreal merced al manejo discrecional de la abultada pauta publicitaria oficial, ni tener a su disposición programas como 6, 7,8; Duro de Domar, Bajada de Línea; ni tantos militantes y piqueteros pagos.  

miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿Qué pasa Cristina, estás nerviosha?


El segundo día de labor oficial en su estadía en USA no fue silencioso para la Presidente argentina. Desacostumbrada a toparse en público con preguntas que la enfrenten con la realidad, Cristina Fernández se mostró desencajada frente a cuestionamientos a su recitado, llamado libreto. Los pormenores de una tarde desapacible.

 
 

 
por JORGE HÉCTOR SANTOS 26/09/2012


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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Después de mucho tiempo, ya uno perdió la cuenta de cuánto, la presidente de la Argentina contestó preguntas NO a periodistas, sino a estudiantes universitarios estadounidenses.

El ámbito de semejante suceso –Cristina no debe haber brindado más de 5 conferencias de prensa en 5 años de gobierno vs. por ejemplo, el Presidente de USA, que brindó alrededor de 400 diálogos directos con periodistas en 4 años- fue nada menos que la Universidad de Georgetown.

Georgetown University es una casa de altos estudios católica, de la orden de los jesuitas, ubicada en Washington D. C.

Ese templo de la enseñanza es uno de los más prestigiosos del país del norte y de ella egresaron, entre otros, Bill Clinton (promoción 1968), ex presidente de Estados Unidos entre 1993 y 2001; el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona de España; y Abdalá II, actual rey de Jordania.

La ceremonia con la Jefa de Estado argentina se dio en el marco de la inauguración de la "Cátedra Argentina", que tendrá como eje la agenda bilateral con los Estados Unidos (curioso porque la Argentina es el país más antiestadounidense de Sudamérica, de acuerdo a encuestas).

Cristina utilizó su clásico atril, permanente en cuanta alocución da, pero en este evento Made in USA, el acto contó de dos partes.

La primera no ofreció muchas novedades.

Cristina repasó la historia argentina de acuerdo a su relato.

Ficción donde todo lo anterior a la llegada de la dinastía Kirchner a la Casa Rosada fue malo en el país, hasta que su difunto marido y ella luego, cual película yankee, arribaron desde el sur para salvar a la nación en una gesta heroica.

Esta telenovela, la cual la mayoría de los argentinos ya conocen de memoria por cuanto se repite más que los episodios de “Casados con Hijos” en la pantalla de Telefe, tuvo alguna adaptación de la autora de acuerdo al lugar en que se encontraba y llegó a decir que la Constitución nacional es “una copia” de la estadounidense (la de 1853, no la de 1994, habría que explicarle).

Lo dicho, sin duda, merece que cualquier argentino, con dos dedos de frente, se pregunte para qué, entonces modificar la Constitución, tal como pretenden los cristinistas más obsecuentes, si el país Nº1 del mundo sigue con la misma letra y ocupa el 1er. lugar del podio, mientras Argentina lo mira desde muy, pero muy lejos.

Más audaz aún, Cristina llegó a comparar la guerra de Secesión con la batalla de Caseros.

Jugando de visitante invitada se atrevió a expresar que "el único lugar de América donde no hay golpes es en Estados Unidos, y eso es porque no hay ninguna embajada americana".

Una broma para tribuna lugareña de barrabrava que Cristina Fernández suele manejar, pero muy lejana a lo que una primera mandataria puede alegar en cualquier lugar de un mundo con normas y principios.

Cristina una vez más criticó con total impunidad la década de los años '90, como si Carlos Menem no hubiera sido un presidente peronista y además el que tanto ella como su esposo denominaron el mejor de la historia argentina.

En otro párrafo apeló a su latiguillo donde se lamenta no tener la máquina de imprimir dólares, como si le fuera poco disponer con total albedrío de la máquina de emitir papeles de colores que cada día valen menos, como lo es la vil moneda local.

No podía estar ausento el culto a Él, de esta manera:

"Néstor Kirchner logró la transformación política, económica, social y educativa más importante de la que se tenga en cuenta con la escala en la que se la mida".

La jefa de Estado cerró su libreto, adaptable a la cartera de la mujer y al bolsillo del caballero, señalando que "es imposible contentar al 100% de la población, sobre todo cuando esas medidas perjudican a sectores que gobernaron en otros momentos".

Cabría preguntarse si la presidente aludió a los miles y miles de argentinos que marcharon el 13S, que componen la clase media, y a los que ella mandó llamar a sus fieles servidores “la oligarquía”.

La segunda parte fue la puso a la presidente en una situación de franca y notoria incomodidad. Se la notaba extremadamente nerviosa y contenida para evitar demostrar su irritación.

No era para menos. Ella no está acostumbrada a que le cuestionen el guión de su país de fantasía.

Un estudiante norteamericano le preguntó a la presidente: "¿Por qué con nosotros habla y no con la prensa de su país?"

En la maraña de una dilatada respuesta propia de quien quiere justificar lo injustificable Cristina, en síntesis, le respondió:

> "En Argentina hablar con la prensa es no decir lo que quiere escuchar. A algunos periodistas no les gusta lo que les respondo".

> "Los gobernantes no estamos para responder o para hacer centro de nuestra gestión dar respuestas. Lo que debe hacer un gobierno es garantizar la publicidad de los actos, que es obligatorio".

Otro alumno metió el dedo en llaga de las mediciones “truchas” que instaló el gobierno a través del manoseado INdEC.

Hurgueteando en el baúl de las respuestas a preguntas que desacomodan, Cristina manoteó y encontró estas salidas, algunas de ellas temerarias:

Calificó a las estadísticas oficiales de “científicas y profesionales”, y descalificó las mediciones realizadas por las consultoras privadas.

Reconoció que “hay algo de inflación”, pero no “las cifras inconsistentes y absurdas que algunos publican”.

Llegó a cuestionar las estadísticas de EE.UU. preguntando al alumnado presente:

"¿Realmente ustedes creen que el costo de vida se incrementa un 2% en su país?"

Vale recordar que el índice de precios de consumo (IPC) o inflación en Estados Unidos se elevó en 0.6029% durante el mes de agosto 2012, en relación con el mes anterior; y que en lo que va de los últimos 12 meses, el costo de vida de los habitantes estadounidenses ha subido al 1.7%.

Dijo también:

> “Nuestro gobierno no es un modelo de metas de inflación; es de metas de crecimiento”.

> "El FMI está ensañado con la Argentina porque nos ha tomado como el mal alumno", en defensa al cuestionamiento que el FMI hace de los números del INdEC.

> "El Fondo Monetario no habla sobre la tasa de inflación sino sobre las estadísticas. La señora Christine Lagarde sacó la tarjeta roja y yo creo que hay una postura de mucha oposición a la Argentina. Yo pregunto cuáles son las estadísticas de España".

Negó que la inflación llegase al 25%, advirtiendo:

“Si la inflación fuera del 25% el país estallaría por los aires”.

Y como si esto fuera poco, frente a un auditorio informado que asistía absorto a lo que Cristina Fernández argumentaba, la funcionaria a cargo de Ejecutivo nacional, desafío diciendo:

"¿Cómo miden las estadísticas aquí en Estados Unidos? No tienen ni idea".

Para cerrar semejante calvario por el que transitaba, un estudiante venezolano, que seguramente con su familia debió emigrar de la dictadura chavista, cuestionó a Cristina respecto de la posibilidad de que Hugo Chávez no acate la decisión de las urnas del próximo 7 de octubre, si es que Henrique Capriles se alzara con el triunfo.

Cristina Fernández viuda de Kirchner, manifestó:

> "No hay antecedentes para pensar que Chávez no va a respetar un resultado"

> “El ha respetado siempre las decisiones del pueblo. Yo lo cargo mucho, es mi amigo y eso es público y notorio, pero no debe haber presidente latinoamericano que haya pasado más elecciones que Chávez”.

> “No se puede poner en duda la concepción democrática de Chávez después de 14 elecciones y después que le ha tocado perder”.

Un trago amargo para una mujer que no admite que nadie la cuestione.

Un paso por una Universidad que la puso nerviosa a Cristina, demostrando que no es lo mismo el monólogo al que tiene acostumbrado a los argentinos; que enfrentarse con la realidad que dista demasiado de su Argentina mágica; esa que solo existe para ella y para sus fanáticos.

Mañana, la Universidad de Harvard la aguarda, pasará por otro momento aciago o evitará las preguntas.

Si deja que los alumnos le pregunten, otro mal trance obligará la primera magistrada a toparse con la gente pensante que ella detesta.

Por el contrario, si Cristina evita responder dará clara señal de ser intolerante, autoritaria; ni más ni menos que lo que muchos piensan en estas latitudes y más allá también.